Los charcos, en los que se combina a la perfección mar, lava y sol, están pensados para que personas de todas las edades puedan darse un divertido chapuzón sin miedo a las fuertes olas. El espacio está repleto de charcos de diferente tamaño y profundidad pero, concretamente, dos de estas piscinas están bien protegidas del mar abierto. Zonas para tomar el sol, pasarelas y escaleras que facilitan el acceso son los únicos elementos “artificiales” del complejo.
Las piscinas naturales de Punta Mujeres están consideradas como un curioso parque acuático natural que merece la pena visitar y conocer. Se recomienda realizar una pequeña excursión por todos sus charcos, cabos y entrantes de mar para descubrir todos los secretos que esconden y elegir la piscina que más se ajuste a los intereses y necesidades de nuestra familia.
El Mundo
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