Cala Aiguablava - Bagur

En esta pequeña cala encontramos todas las características que hacen famosa a la Costa Brava: acantilados, vegetación densa de pinares y aguas cristalinas. En concreto, es la calidad del agua la que da nombre a esta pequeña cala del litoral de Begur: Cala Aiguablava ("agua azul" en catalán). 
Con escasos 100 metros de longitud y de arena fina y dorada, esta cala es una de las más famosas de Cataluña. A su bello entorno hay que sumarle las comodidades de su equipamiento y sus accesos adaptados a todo los públicos.

(National Geographic)

Playa Sa Tuna Bagur

La de Begur es la historia de un pueblo marinero a unas calas pegado. Bueno, eso y el aire habanero de esta localidad de algo más de 4.000 habitantes en la Costa Brava con primorosas villas construidas a principios del siglo XX por los emigrantes venidos de América. 

Además del baño en sus aguas mediterráneas, en Begur es recomendable recorrer el camino de ronda que nace en la playa de Sa Tuna, rocosa y pespunteada por antiguas casas de pescadores y se adentra entre los árboles hasta llegar a la cala de Aiguafreda. 

Más información en es.costabrava.org

Cala Ferriol - L'Estartit

Rodeada de frondosos bosques de pinos, a pocos kilómetros de L'Escala, en la Costa Brava, esta cala inaccesible por tierra cuenta con 25 m de largo y unos 45 de ancho. Las aguas cristalinas y calmas, garantizan el baño tranquilo y relajado.

Cala Futadera - Tossa de Mar

Esta cala pintoresca, rodeada de colinas rocosas, es conocida popularmente como "la cala de los 300 escalones". Los que hay para bajar (y luego subir) a ella. De increíbles vistas, cuenta con una tranquila playa de aguas cristalinas. El contraste entre el turquesa de sus aguas, el verde de los árboles que la rodean y el tono rosa de los acantilados es un increíble paisaje que sólo se observa desde el barco.

Cala Pedrosa - L’Estartit

Se encuentra en las afueras de la bella localidad marinera de L'Estartit. Con una longitud de 105 metros y una anchura de 55, no tiene arena, siendo su suelo de guijarros de color gris. Se trata de un paraje bellísimo e impresionante, con unas aguas quietas y transparentes, siendo su ocupación baja incluso en las temporadas más altas, dado su difícil acceso, que no puede hacerse en coche, y que sólo puede tener lugar andando o en barco.