No tan conocida como sus hermanas mayores, La Graciosa es una pequeña isla de 29 kilómetros cuadrados situada al noroeste de la cercana Lanzarote, Este paraíso alejado de todo ajetreo y sin carreteras es el lugar perfecto para desconectar.
Caminando, en bicicleta o en taxi 4x4 son las únicas formas de moverse por la isla y de descubrir rincones como la Playa de la Francesa, 435 metros de arena blanca y espectaculares aguas turquesas transparentes, con poco oleaje, que no tiene nada que envidiar a las playas del Caribe. Una de las curiosidades de esta playa es que cuando la marea está alta, la playa se convierte en una auténtica laguna, ideal para practicar snorkel y ver su multitud de peces.
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