La Vila, como se conoce a Villajoyosa en toda la comarca alicantina de la Marina Baja, no ha perdido su vocación marinera (ni su industria chocolatera). Pero aquí hemos venido a bañarnos, así que lo haremos en la playa de El Torres.
Arropada por un bosque de eucaliptos y junto a la desembocadura del río homónimo, esta playa de guijarros cuenta con el atractivo añadido de que en ella se encontraba la antigua ciudad romana, de la que se conservan los vestigios de la torre de Sant Josep (siglo II). Siguiendo hacia el sur son también fantásticas (y más agrestes si cabe) los arenales de Bol Nou, L'Esparrelló, La Caleta y Xarco.
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